martes, 29 de diciembre de 2009

Y aquí estoy, esperando a que el carro de Faetón surque el cielo sin pizca de ganas de dormir y aferrado a tu recuerdo. El porqué no lo sé, quizá sea una broma de mi subconsciente que se olvida de que el día de los inocentes ya terminó hace bastante rato, o a lo mejor es que tu imagen me persigue como un némesis inevitable.
Malgré tout
sigo vivo,
y quizá eso es lo que importa,
sigo oyendo música,
leyendo
entre el frío de la madrugada,
oteando el horizonte
cuando nadie más lo mira,
mojándome en la lluvia,
riendo en callejones,
muriéndome de pronto a cada paso.

Algunas noches, me parece encontrar tu olor entre las sábanas, pero me doy cuenta de que es tarde, y entonces me conformo con maldecir a Cortázar y a los relojes regalados, y a las historias de cronopios y famas que moldean un mutismo carpetovetónico por tu parte.

Malgré les malgrés
, sigo vivo
y quizás eso sea lo que importa.

viernes, 24 de julio de 2009














Todos soñamos con ser
un caballero y tener
algo por lo que luchar
y un amor que defender.

lunes, 29 de junio de 2009


Y ya por fin si miro algún espejo
se digna a devolverme la mirada
no sin antes reírse
de mi actual aspecto
como si no entendiera
lo lánguido y febril
del sufrimiento.


Y no sabe el espejo
del lento gotear de la clepsidra
inexorable
que acompasa los pasos del camino del olvido.

¡Qué sabrán los espejos!
¡Cristal lleno de envidia y de miseria!
y es mi propio reflejo que se ríe
de mi terrible estado
el que no sabrá nunca
de la triste alegría
de los besos.

jueves, 25 de junio de 2009



Esta noche vengo aquí a despedirme y a sostener que un hombre no es más que los pedazos de sí mismo que ha entregado en su sacrificio por otros. Todo lo que uno padece por sí mismo es mierda que cae en la arena donde nada nace. Lo que uno padece por otro, en cambio, es la semilla de la que brota el árbol de la memoria. Y ese árbol sostiene al hombre ante la amenaza de la arena y la mierda, el olvido y la muerte.


Lorenzo Silva. La Flaqueza del Bochevique

jueves, 18 de junio de 2009


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Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.
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Fray Luis de León

lunes, 1 de junio de 2009



¿Y a qué le importa a nadie cómo está mi alma?

Más triste que el silencio

más sola que la luna

Y qué importa ser poeta

o ser basura

miércoles, 13 de mayo de 2009

La última sinfonía


No sé decir qué hora era, estaba demasiado oscuro para ver el reloj del puerto. Él estaba allí, la cabeza cubierta con lo primero que encontró: un viejo jarrón de cerámica desconchado. Lo miraba, apoyado sobre el frágil puente de madera mientras la tormenta arreciaba y los rayos descargaban su rabia rasgando el cúmulo de nubes que había usurpado el cielo.

Él se giró, poniéndose de cara al mar mientras se arrancaba la vasija de la cabeza y la estrellaba contra el suelo, dejando ver su rostro deforme, agitando las manos como si fuera un director de orquesta que marcara, desde aquel improvisado atril, el compás a los elementos en guerra.

Lo último que recuerdo, fue cómo un rayo alcanzaba la balaustrada y cómo su cuerpo se estremecía y se doblaba sobre sí mismo. Cayó de espaldas con los brazos abiertos, cerrando así tan macabra sinfonía.

miércoles, 29 de abril de 2009



Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de reproches con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman el humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.

Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…

J. Sabina


jueves, 23 de abril de 2009



SE EQUIVOCÓ LA PALOMA

Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.

Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.

Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)

Rafael Alberti

domingo, 8 de febrero de 2009

La Determinación


El estrépito casi no nos dejaba oír la voz enardecida de los marineros que había en cubierta ni la campana que tocaba el vigilante de cofa. Un marinero subió como pudo al puente de mando, armado sólo con un mosquete. Lo primero que vio fue como un cañonazo partía en dos el palo de mesana, que cayó rasgando la vela de gavia, lo que daba al traste con toda posibilidad de huida aún siendo la corriente favorable. Después observó cómo otro proyectil derribaba a un grupo de desertores que luchaba por botar una de las chalupas de exploración.

Ese marinero, ciertamente, había dejado hace tiempo de ser un miembro más de la tripulación para ascender primero a contramaestre y a capitán del navío después, y aunque todo capitán debe hundirse con su barco, el nuestro tomó la determinación de huir, porque de allí huían hasta las ratas.

viernes, 23 de enero de 2009

Luces et Tenebrae



Nuestra vida se debate entre la Luz y la Sombra, aunque normalmente conseguimos mantenernos en la penumbra. Bien y mal. Amor y odio. Pasión y languidez. Vida y muerte. Luces y sombras.
Por eso, intentaré en esta bitácora reflejar a veces luz y a veces sombra, pero la mayor de las veces me quedaré en la penumbra. Esa penumbra misma que nos deja ver y no nos ciega, que nos deja ver sin ser vistos... Que os dejará ver sin tener forzosamente que ser vistos.

Entre la sombra y la luz me podéis encontrar.